10 mejores cuadros de Goya
Don Francisco de Goya y Lucientes, nació en Fuendetodos, provincia de Zaragoza, el 30 de Marzo de 1746 y murió en Burdeos el 16 de Abril de 1828. Pintor y grabador español, su obra abarca desde obras de caballete, a murales, pasando por grabados o incluso dibujos. En todas estas facetas de la pintura, desarrolló un estilo propio, que inaugura el Romanticismo.
Su arte goyesco, supone el comienzo de la pintura contemporánea y se le considera el precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Sus cuadros tienen algo, que el observador aprecia, tienen fuerza, expresividad, representan la vida de su época, los sucesos trágicos de la guerra, con una fuerza increíble, en fin toda su obra merece la pena.
Traemos aquí diez cuadros, de los muchos que pintó, por limitarlos a diez, ya que se podrían citar todos ellos por su valía.
1.- LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO
"Los Fusilamientos del 3 de Mayo en la Montaña del Príncipe Pío de Madrid", es uno de los mayores logros de la pintura española y posiblemente un hito de la pintura universal. Es uno de los cuadros de temática histórica más dramáticos de la historia del arte. Goya plasma en el lienzo toda la fuerza y el dramatismo del hecho histórico, con un lenguaje plástico, no visto hasta ese momento y que se anticipa al expresionismo moderno. Los rostros de los fusilados expresan el horror del momento en contraposición de los soldados que aparecen como autómatas sin rostro.
Parece ser que Goya observó directamente estos hechos desde el balcón de su casa con un catalejo y tomando apuntes de los hechos.
Goya es visita obligada en el Museo del Prado y este cuadro el principal de la colección.
2.- EL DOS DE MAYO O LA CARGA DE LOS MAMELUCOS
El lienzo "El Dos de Mayo", conocido también como "La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol de Madrid", junto con "Los Fusilamientos del 3 de Mayo", fueron encargados a Goya después de la guerra de la Independencia en 1814, por la Junta de Regencia, para perpetuar las acciones heroicas del pueblo de Madrid contra las tropas napoleónicas. Estas dos obras son consideradas de forma unánime las mejores de toda su producción.
El lienzo plasma de forma magistral toda la violencia del estallido popular del Dos de Mayo, en respuesta a la llamada contra el invasor. Su técnica y su pasión dejó honda huella en la pintura patriótica del romanticismo, anticipándose a Delacroix en "La Libertad guiando al pueblo".
3.- LA FAMILIA DE CARLOS IV
"La Familia de Carlos IV", oleo sobre lienzo, pintado por Goya en 1800. Es un retrato colectivo de la familia real, que se conserva en el Museo del Prado. El cuadro, es la culminación de Goya, después de una amplia labor como retratista. Es una de sus composiciones más complejas.
Goya revela su maestría en el cuadra, tanto por el dominio de la luz como por la sutil definición de las personalidades de los retratados, destacando la capacidad del artista para analizar a sus retratados. Destaca la pincelada goyesca, preludio del impresionismo. Fue la primera obra de Goya que entró en el Museo del Prado.
4.- LA MAJA DESNUDA
"La Maja Desnuda", es una de las más celebres obras de Goya. Pintada antes de 1800, luego formaría pareja con "La Maja Vestida". Se especula que el retrato represente a la Duquesa de Alba. Es una obra audaz y atrevida para su época, como lo es la expresión del rostro y la actitud corporal de la modelo, que parece sonreír satisfecha de sus gracias.
Es más es la primera obra, conocida, en la cual aparece pintado el vello púbico femenino, lo cual resalta el erotismo de la composición. Hay que destacar las típicas pinceladas que caracterizan a Goya y el tratamiento de las carnaduras y los sombreados, así como el tratamiento de las telas.
5.- LA MAJA VESTIDA
Es una de las obras más conocidas de Goya, realizado en oleo sobre lienzo de 95 por 188 cm. Fue pintado entre 1802 y 1808 y se encuentra en el Museo del Prado. Es hermano de "La Maja Desnuda".
Goya lo pintó con pinceladas sueltas, pastosas y muy libres, a diferencia con "La Maja Desnuda", en el que es más cuidadoso con el tratamiento de las carnaduras y sombreados. La figura de la maja esta bañada de una luz que destaca las diferentes texturas.
6.- SATURNO DEVORANDO A UN HIJO
Es una de las pinturas al oleo sobre revoco, que formó parte de la decoración de los muros de la casa que Goya adquirió en 1819, llamada la Quinta del Sordo. La obra pertenece a la serie de Pinturas Negras.
Representa al dios Cronos, devorando a uno de sus hijos. La figura es una alegoría del paso del tiempo, Cronos comía a los hijos recién nacidos de Rea, por miedo a ser destronado por uno de ellos.
Aplica una gama de blancos y negros, con manchas de color gruesas, solo rotas, por el ocre de las carnaciones y por el blanco y rojo de la carne viva del hijo.
7.- AQUELARRE
"Aquelarre" o "El Gran Cabrón", es una de las pinturas sobre revoco, con que Goya decoró las paredes de la Quinta del Sordo, que conforman las llamadas Pinturas Negras. La serie, fue pintada entre 1819 y 1823. Esta obra junto con el resto, fueron trasladadas de revoco a lienzo por Salvador Martínez Cubells.
La paleta, como toda la Serie Negra, es muy oscura, con abundante uso del negro, algunas manchas de blanco muy veladas, traslucen sombras también oscuras, el resto de la gama incluye amarillos, ocres, tierras rojas, con alguna pincelada a manchas azules.
8.- EL COLOSO
"El Coloso", también denominado "El Gigante, El Pánico y La Tormenta", es un cuadro atribuido tradicionalmente a Goya, en el que un gigante de tamaño descomunal, se yergue tras unos montes, ocupando el centro de la imagen, en la parte inferior del cuadro lo ocupa un sombrío valle, donde una multitud de gente y ganado se dispersa caóticamente en todas las direcciones. El cuadro fue pintado durante la Guerra de la Independencia.
La técnica de esta pintura es similar a las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo, oleo sobre lienzo de 116 por 105 cm. Se encuentra en el Museo del Prado.
9.- DOS VIEJOS COMIENDO SOPA
Es una de las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo, pintadas por Goya al oleo sobre revoco y trasladado a lienzo posteriormente. En el cuadro aparecen dos viejos, sin quedar claro si son hombres o mujeres.
Las pinceladas están aplicadas de forma muy libre, decidida y rápida. Brochazos con mucha pintura, los que definen los dedos artríticos y la cuchara, también hay aplicación de los pigmentos con espátula. Como en todas las Pinturas Negras, la gama cromática, se reduce a ocres, tierras, grises y negros.
10.- EL DUQUE DE WELLINGTON
Goya pinto este cuadro, durante la breve estancia del Duque en Madrid. Goya le añadió posteriormente las condecoraciones del Toisón de Oro, la Cruz de Oro, la De San Fernando, así como las de la Orden del Baño y la Portuguesa Orden de la Torre y la Espada.
Las condecoraciones, están pintadas con la desenvoltura propia del último periodo de Goya, mirando el cuadro desde la derecha, se ve el espesor de la pintura. Se cree que Goya aplicaba el pigmento con lo primero que tenia a mano, brochas, esponja, dedos, incluso el mando de una cuchara. El rostro del Duque, está pintado con gran precisión, aunque con la característica libertad del artista. Este cuadro es uno de los más refinados retratos de Goya.
Esta es una pequeña muestra de la obra del gran Maestro Francisco de Goya, aunque de los más importantes, sin despreciar el resto de su obra, de la que a mí personalmente me gusta toda. Pintó, murales, lienzos, cartones para tapices, gravados, etc., en fin era polifacético. Temas tan variados como las Pinturas Negras, los Desastres de la Guerra, retratos, temas religiosos, estampas, bodegones, etc. Un gran pintor.
Artículo escrito por Eduardo Martínez