10 artículos imprescindibles en el equipamiento de un cazador

Un día de cacería implica el uso de un arma de fuego y, además, estar un buen número de horas en plena naturaleza, a cielo abierto y expuesto a multitud de riesgos. Por lo tanto, existe la posibilidad de que pueda surgir algún imprevisto en forma de accidente.

Llevar un botiquín a mano, aunque sea dejándolo en el coche debe ser una prioridad. Como mínimo debe contener gasas estériles, guantes, antiséptico, antihistamínico, pinzas, tijeras, un par de vendas de distinto tamaño y esparadrapo.

Complementariamente al botiquín, un kit de emergencia es un elemento que puede salvar la vida de una o varias personas ante un accidente que les haga permanecer en el monte durante muchas horas. Este kit si que es recomendable llevarse siempre encima.

El contenido del kit de emergencia básico es: linterna con pilas de recambio, luz señaladora de emergencia, manta térmica de supervivencia, torniquete, sales de rehidratación, navaja multiusos pequeña, cerillas, silbato, rollo de paracord y un impermeable.

Un morral de cazador o una buena mochila o zurrón es otro elemento básico. Lo necesitarás para guardar y transportar todo lo que deber llevar contigo a lo largo de la jornada. Además, también introducirás aquí las piezas grandes que vayas cobrando y que puedas llevar colgadas.

El morral debe ser de cuero o de algún otro tipo de material impermeable y duradero, pues por momentos estará expuesto tanto a malas condiciones climatológicas como a golpes y roces que debe aguantar sin romperse.

Pasar horas a la intemperie y con el sol sobre la cabeza sin ningún tipo de protección no es una buena idea. Para protegerte, en tu mochila o morral siempre debes tener a mano una gorra y una crema solar de alto factor.

Para evitar que llame la atención y poder ser detectado por los animales, la gorra idealmente debe ser de camuflaje. En cuanto a la crema, se recomiendan factores de protección del 40 en adelante.

El porta caza también es un artículo que todo cazador necesita para hacer la jornada llevadera. Este es un elemento que se acopla al cinturón y que sirve para colgar de él a las piezas abatidas que tengan un tamaño pequeño, como los pájaros, los conejos o las liebres.

Por supuesto, es importante que el porta caza sea resistente pues, en un buen día de caza, soportara bastante peso. Los de cuero o piel sintética son los más utilizados.

El cazador necesita tener siempre a mano los cartuchos o la munición que utiliza. Tener la posibilidad de cargar el arma en pocos segundos es clave para que las presas no escapen.

Para este cometido nada mejor que una buena canana o cartuchera. No es más que una especie de cinturón que rodea el abdomen del cazador y que lleva diferentes huecos para alojar los cartuchos.

Dependiendo del tipo de caza que se vaya a realizar este elemento puede ser o no necesario. Lo es cuando se va a cazar en un puesto fijo, como sucede en algunas monterías o en la aguarda, ya que se permanece mucho tiempo sin moverse.

Hay distintos tipos de asientos aptos para el cazador. Desde sillas abatibles con respaldo, que son las que más comodidad ofrecen, hasta trípodes o bípodes a modo de taburete.

Por supuesto, no se puede pensar en salir de caza sin llevar agua a mano. Un cazador necesita reponer líquido varias veces durante una jornada, por lo que llevar consigo una cantimplora, botella o cualquier otro recipiente con agua es imprescindible.

Lo ideal es que el recipiente sea de acero inoxidable y con protección térmica ya que garantiza una alta resistencia a la vez que mantiene el agua a una temperatura adecuada.

Nadie te puede asegurar que, cuando sales a cazar, la climatología no te vaya a jugar una mala pasada en forma de chaparrón o de tormenta. Por esto, llevar siempre en la mochila ropa de recambio es algo que tarde o temprano agradecerás.

Pasar horas a la intemperie mojado puede acabar fácilmente en hipotermia y la mejor forma para evitarlo es quitarte lo antes posible la ropa mojada, ponerte ropa seca y protegerte con un impermeable.

En muchos casos, las piezas a batir suelen estar a una gran distancia, lo que hace que sea más difícil poder ver hacia dónde se mueven o apuntarles con efectividad.

Para solucionar este problema nada mejor que los prismáticos y visores o miras telescópicas, ya que con ellos podrás eliminar por completo el problema. Además, te servirán para seleccionar la presa adecuada, calcular la distancia hasta ella y planificar la estrategia para abatirla.


Contando con estos elementos, te asegurarás de que, durante tus primeros días de caza, no te falte nada. Conforme vayas ganando experiencia, irás descubriendo por ti mismo que otro material más te resulta necesario y será cuestión de ir añadiéndolo a tu equipamiento. Eso si, ten en cuenta el peso. Mientras más cosas necesites, mayor será el peso que tengas que transportar, y eso puede convertirse en un problema.