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Ocio y Cultura 19/08/2022 · Diego Fernández

10 extractos del libro 'Cal Viva' de Jose Amedo

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"Cuando se cumplen treinta años de la decisión del gobierno de Felipe González de luchar contra ETA con sus propias armas, Cal viva es el relato más visceral, descarnado y directo que nunca se había escrito de los crímenes de los GAL, a través del testimonio en primera persona de uno de sus protagonistas indiscutibles. José Amedo revela por fin los detalles más minuciosos, hasta ahora desconocidos: cómo se urdió el asesinato de Santiago Brouard en el hotel Ercilla de Bilbao durante el duelo por el senador del PSOE Enrique Casas, la colaboración de la policía francesa para acabar con el santuario de la banda en el sur de Francia o la conspiración que trenzó Baltasar Garzón para vengarse del ninguneo que padeció durante su etapa en la política. Pero no solo eso. En este libro, el exsubcomisario identifica con nombre y apellidos quién ordenó, quién planeó y quién ejecutó cada atentado, y desnuda el alma de la guerra sucia respondiendo, entre otros, los siguientes interrogantes: ¿Cómo pensaban los mercenarios y sus superiores?. ¿Cómo se relacionaban?. ¿Cuáles eran sus inquietudes?. ¿Cuáles sus pasiones?."

Detalle de la portada del libro 'Cal Viva' de Jose Amedo

1. Extracto 1

El punto de inflexión definitivo fue el desprecio del presidente socialista francés, François Mitterrand, al nuevo gobierno español del PSOE. Francia trataba a los terroristas de ETA como auténticos refugiados políticos y facilitaba que el sur del país fuese una base logística y operativa de la banda desde la que preparar sangrientos atentados. A los etarras les resultaba pan comido cruzar la frontera y disfrutar de impunidad absoluta. No había forma de luchar de manera efectiva contra ETA si se les facilitaba una salida tan sencilla. Durante los últimos tres años de gobierno de UCD el ejecutivo francés se había negado a ejecutar treinta peticiones de extradición. El PSOE pensó que su identidad ideológica con Mitterrand le permitiría cambiar las cosas, pero no fue así. En abril, Barrionuevo lo constató tras una reunión con el ministro del Interior galo, Gaston Defferre.

2. Extracto 2

A las ocho y media de la tarde del 28 de diciembre los GAL se cobraron la víctima que tenían pendiente. En este caso, uno de los etarras más peligrosos y efectivos, con veintisiete asesinatos a sus espaldas, una de las piezas más codiciadas por las fuerzas de seguridad: Mikel Goikoetxea Elorriaga, Txapela, de veintisiete años, cuando acababa de bajarse de su Simca 1200 rojo junto a su mujer y su hija pequeña, a la entrada de su nuevo domicilio en la urbanización Cité du Lac de San Juan de Luz. El mercenario francoargelino Jean-Pierre Cherid, recuperado para los GAL después de haber colaborado con los servicios de Información durante años en el Batallón Vasco Español, lo fulminó desde una moto de un disparo en la nuca con una carabina del calibre 22 de la marca Gevarn.

3. Extracto 3

Poco antes de las doce del mediodía uno de los dirigentes de ETA militar, Eugenio Gutiérrez Salazar, alias Tigre, fue asesinado cuando había salido a comer un bocadillo en un caserío perdido cercano a la localidad de Idaux Mendy, cerca de la frontera con Navarra. Se trata de uno de los atentados más espectaculares de los GAL, aunque pudo serlo mucho más. El Tigre había nacido en Lejona y tenía veintinueve años. Vivía en San Juan de Luz desde unos meses antes, cuando había escapado de su domicilio, huyendo de la Policía española por su pertenencia al comando Basáñez de ETA, que actuaba en la margen derecha de la ría de Bilbao. Murió en el acto, alcanzado en pleno corazón por un solo disparo efectuado desde más de doscientos metros con un rifle de mira telescópica de la marca Remington. El autor fue el mercenario Patrick de Carvalho, un tirador experto que había sido guardaespaldas de la ministra francesa Simone Veil.

4. Extracto 4

Visto el impacto psicológico que los atentados produjeron entre los refugiados vascos, a alguien se le ocurrió que se le plantease al implacable Carvalho la posibilidad de participar en una operación que impresionase todavía más a los terroristas. El plan consistía nada más y nada menos que en incrustarle a un etarra en el centro de la cabeza una flecha con el anagrama de los GAL disparada con una potente ballesta desde una distancia aproximada de unos cincuenta metros.

5. Extracto 5

El 15 de junio de 1984, por la mañana, dejaron estacionada entre otros vehículos una moto Kawasaki que ocultaba una bomba, en un punto por el que Tomasón y su acompañante habitual, Román Orbe, uno de los curas de ETA, pasaban caminando todos los días. Sobre las seis menos cuarto de la tarde Sampietro avisó desde la furgoneta a Carvalho, que se encontraba en el exterior para activar el mando codificado que provocó la explosión al paso de los dos etarras. Quedaron envueltos en llamas y, por miedo a que los rematasen, corrieron convertidos en antorchas a refugiarse en un bar cercano, el Janot. El sacerdote consiguió sobrevivir, pero poco más de un mes más tarde Pérez Revilla, muy debilitado a causa de la leucemia por las infecciones que le provocaron las quemaduras, fallecía en el hospital de Burdeos.

6. Extracto 6

En la historia de los GAL hubo tres mujeres con distintos aspectos. La participación de la tercera fue breve: se limitó a una fallida operación en la que fue descubierta por los etarras contra los que iba a atentar y tuvo que desistir y desaparecer. No tuvo tiempo de estrenarse. A las otras dos los propios etarras las bautizaron como la Dama Negra y la Dama Rubia. La primera en actuar fue la Dama Negra, a la que nosotros llamábamos Dominá, y fue una leyenda de los GAL. Había llegado su momento, después de entrenar durante el invierno la práctica de tiro con diversas armas largas y cortas, así como en el manejo de granadas defensivas, para su puesta en escena de la mano de su reclutador, Christian Hitier. Castets había seleccionado y controlado para ella a numerosos miembros de ETA en la parte vieja de Bayona. Marzo de 1985 fue un mes de gran actividad. Y también el de la puesta en escena de la Dama Negra. El lunes día 4 se estrenó en el bar Lagunekin, en la rue Pannecau de Bayona. Haciendo gala de una enorme frialdad, accedió silenciosamente a la parte trasera del local a través de una pequeña puerta situada dentro de un portal que estaba a la espalda del establecimiento. Una vez allí disparó con un fusil Winchester nueve proyectiles del calibre 12, marca Legia Chevrotines. Los miembros de ETA militar Jesús Amantes y Ángel Zabaleta resultaron heridos graves.

7. Extracto 7

El día 26 de ese intenso mes, Dominá, vestida de negro, volvió a actuar al oscurecer en el bar Bittor de Ciboure, de nuevo acompañada de René, a quien uno de los hombres de Jean-Louis le había señalado a los etarras que debía ejecutar. Abrieron la puerta y ella lanzó una granada M-5 EA y, acto seguido, disparó una pistola Sig Sauer 15 P 226. Al mismo tiempo él apretaba el gatillo de un fusil Mossberg del calibre 12, que escupió nueve proyectiles. En el suelo del bar, gravemente heridos, quedaron los miembros de ETA Juan Ramón Basáñez, que perdió un ojo, y José Luis Calderón.

8. Extracto 8

Aquel verano de 1985 fue movido para los comandos de los GAL. La Dama Rubia quería volver a ser la pesadilla de los etarras. Se le ordenó a Jean-Louis que localizase a un miembro de ETA que se desplazara solo, circunstancia que no era frecuente, de tal forma que Margaret lo pudiese abatir sin ser observada por nadie y que tuviera la oportunidad de dejar cerca del cadáver su peluca rubia como seña de identidad. El policía francés distribuyó a sus hombres durante varios días en torno a la catedral de Bayona hasta que tuvieron controlado a Santos Blanco González, del que observaron que habitualmente se retiraba solo a su domicilio, muy cercano a aquella zona. El 28 de junio un subordinado de Jean-Louis vigilaba a Santos Blanco en un local de la parte vieja. Cuando salió, se lo marcó a René y le entregó una pistola Colt de 45 mm. Este, a su vez, le dio el arma a Margaret, que se encontraba estratégicamente situada. Siguió al etarra a una cierta distancia, hasta que en el lugar que le pareció más adecuado se le echó encima y le disparó por la espalda, atravesando el proyectil su cuerpo e incrustándose en un escaparate cercano. El cuerpo del terrorista se desvaneció sobre el asfalto, donde le remató.

9. Extracto 9

Jean-Louis dio la señal a los mercenarios, que ya estaban listos y armados, advirtiéndoles de que tuviesen cuidado con no darle al camarero ni a los clientes ajenos a ETA. Los hombres de Gerard, los hampones de Marsella Lucien Mattei y Pierre Frugoli, se acercaron a la puerta del Monbar a las nueve y cuarto, justo cuando Rincón marcaba el gol del empate para la selección española. Sin dar ninguna opción de revolverse a los etarras marcados, irrumpieron en el bar y les cosieron literalmente a balazos. La banda terrorista había sufrido la baja de cuatro de sus miembros en el peor atentado de los GAL: José María Etxaniz, Potro; Agustín Irazustabarrena, Legra; Sabin Etxaide, Eskumotza, e Iñaki Astiazunzarra, Beltza. Veinte minutos después Gordillo marcó el gol de la victoria para España, pero eso ya no les dio tiempo a verlo.

10. Extracto 10

Con la llegada al poder de Jacques Chirac en marzo de 1986, en poco tiempo Francia y España alcanzaron un acuerdo de colaboración en la lucha contra ETA que significó el final de los GAL. El nuevo ministro del Interior francés, Charles Pasqua, junto a su responsable antiterrorista, Robert Pandreau, rubricaron de manera verbal aquella decisión política con José Barrionuevo, en presencia de Julián Sancristóbal, sin reproches mutuos. Comenzaba una nueva etapa. Poco tiempo después las autoridades francesas empezaron a detener y a entregar etarras de forma masiva.

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